De forma directa, muy pocas pueden lograrlo, pero indirectamente, desde sus propias asociaciones sí que pueden hacer mucho más que estando en el centro de la política, el gobierno. Ejemplo de este es un proyecto que lo describe la Asociación Manuela Ramos, proyecto que pone en primer lugar la necesidad urgente de hacer valer los Derechos de las Mujeres.
Y es que el problema no está en que no se tienen leyes para regular hechos que arrebatan los derechos humanos, no es que no existan leyes que limiten y quieran erradicar la violencia doméstica, sexual y psicológica, sino el problema es que no se tiene suma conciencia sobre la realidad de nuestro país. La realidad patriarcal, parametrizada y estereotipada en que las mujeres tienen que cumplir un rol de servir y el hombre un rol de autoridad tanto en el ámbito privado como público. Se tiene un aspecto peyorativo que favorece a uno y desfavorece a otros. El mismo hecho que la sociedad valora más ciertos comportamientos que otros.
En este contexto, en el que las mujeres tienen todas las de perder, se vuelve mas complicado reclamar justicia. Es en estos casos que proyectos como las Comisarías de la Mujer fortalecen el rol de esta en la sociedad y velan por el cumplimiento de los derechos y deberes que nosotras poseemos desde que nacemos en un país de supuesto Estado de Derecho.
La Asociación Manuela Ramos nos explica de qué trata……
“El objetivo general de este proyecto de investigación es de realizar un estudio comparativo sobre las Comisarías de la Mujer (CM) sobre el acceso a la justicia de sobrevivientes de la violencia contra las mujeres y el ejercicio y el respeto por sus derechos a fin de hacer propuestas para mejorar la política pública en este sector. Este proyecto de dos años está siendo implementado en países diversos con la mayor experiencia con las CMN: Brasil, Ecuador, Nicaragua y Perú.” (Manuela Ramos 2009)
“La investigación será llevada a cabo en una localidad en cada país, tomando en cuenta las políticas, la incidencia, debates, etc. al nivel nacional. (…) Una encuesta poblacional será realizada con mujeres para identificar sus conocimientos y percepciones de sus derechos, la violencia contra las mujeres y los servicios disponibles, particularmente las CM.” (Manuela Ramos 2009)
El Proyecto de Comisarías de la Mujer (CM) se focaliza en las responsabilidades y el gran poder que tiene las entidades estatales para ayudar a que se erradica la violencia contra el género femenino. Se quiere crear una organización de la sociedad civil en la que policías y todas las personas especializadas y aptas para apoyar aboguen por los derechos de las mujeres.
Se quiere poner como pilares los siguientes puntos:
- La seguridad de las informantes y las investigadoras
- La confidencialidad de la información
- La rigurosidad científica
- La creación de beneficios.
¿Qué se quiere evitar?
“Para evitar lo que siempre pasa, que se hacen grandes inversiones en capacitación y cuando cambia el gobierno cada cuatro años cambian a todas las personas. Estamos trabajando contra eso, y avanzamos”.
A mi parecer, este es el grave error que tiene la política. Crea mecanismos, idealiza los mejores proyectos, las mejores soluciones para la sociedad, empieza a estudiarse, empiezan las acciones, se comienza a ver pequeños cambios y ¿Qué sucede? HORA DE CAMBIO DE GOBIERNO.
No existe una ilación entre cada gobierno, parece que a cada uno de estos le dieran un rompecabezas y que cada vez que lo poseen lo desarman y lo vuelven armar según lo que quieren creer, sin importar cuán avanzado lo dejó el anterior gobierno. Gracias a Dios existen instituciones que no caen en ese juego y que más poner sus propios intereses en primer lugar, colocan los intereses de la sociedad primero.
Como se mencionó antes, las mujeres acceden a la justicia a través de sus propias instituciones y un impacto de este es evaluar el impacto de las Comisarías de la Mujer (CM) en América Latina.
Lo que se quiere destacar de estas comisarías es que las personas que velarán por el cumplimiento del servicio están dotadas con capacitaciones especiales junto con otros centros e instituciones para brindar servicios legales, médicos y psicológicos.
Otro punto a evaluarse es que a través de este las mujeres del sector pobre o marginalizados podrán tener mayor acceso a la justicia. Según los datos recogidos por la ENDES 2000 y 2004, entre las principales razones que las mujeres otorgan para no acudir a denunciar hechos de violencia son el no saber a que instancias acudir, la culpabilidad que tienen y la resignación ante la situación de violencia que se vive. Todas vinculadas a las percepciones de ineficacia en el sistema.
Se quiere evitar con estas comisarías que las mujeres tengan un acceso inmediato a la justicia real, no sintiéndose intimidadas o no entendidas por personas que limitan su sentido de justicia en “¡qué habrás hecho pues!” Como se sabe un grave problema que está se está aconteciendo en la doble victimización con los policías no especializados en la violencia de género. El marco político y la metodología que se tiene que dar en estas comisarías tienen que ser basadas en un análisis de género. Por lo tanto, la eficacia de las CM será valorada en tanto con sus aportes al mejoramiento del acceso a la justicia de las mujeres como la erradicación de la violencia a raíz del género.
Asimismo, este medio puede ser una forma en qué se pueda cambiar este tipo de pensamiento enraizado en una gran parte de la sociedad peruana.
“...estuve presente en varias oportunidades y fui testigo de discusiones y agresiones físicas como cualquier pareja que mantiene una relación sentimental”[1].
“...en todo caso la actitud que tenía yo ese día ha provocado que mi esposo cometa estos hechos...”[2].
De esta forma instituciones como Manuela Ramos al promover este tipo de mecanismos, lo que se hace es mejorar las políticas públicas en el sector, identificando las buenas prácticas.
Por lo tanto, si el Estado no apoyo estas políticas de mejora, pues no se está constituyendo como un Estado de Derecho. ¿Vivimos en democracia? ¿Se velan por los derechos de las personas? Existe un gran grupo de mujeres que pide auxilio desde hace ya bastante tiempo. El estado no solo debe de cumplir un rol a nivel normativo, sancionador y reparador, sino también a nivel de políticas culturales que ayuden a revertir los patrones históricos de subvaloración de lo femenino, la negación de su autonomía y la propiedad de sus cuerpos.
Fiorella Pineda
[1] Exp. 693-97. 42 Juzgado Penal de Lima.
[2] Exp. 294-97. 38 Juzgado Penal.
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